Cayó, o se
desmoronó, el Imperio Romano. Variadas son las tesis al respecto, de modo que
se ha convertido en un concepto historiográfico[i] .
Es bien cierto que
la ruina y la caída de la “Roma eterna” sigue siendo una gran referencia cuando
se habla o escribe acerca del final de algunas civilizaciones. En concreto, el proceso de autoconsunción[ii]
de los romanos viene siendo estudiado con interés en las últimas décadas porque,
se dice, la civilización contemporánea comparte muchos rasgos con aquélla.
¿Está, realmente, la cultura occidental
en un proceso de transición? La respuesta es sí, pero sencillamente porque todo
está siempre en movimiento, nada está quieto. La vida es una perpetua transición
formada de presentes sucesivos que tornan en pasado a medida que se van
sucediendo.
Hagamos, entonces, otra pregunta: ¿hacia
dónde va, o puede ir yendo, la transición de marras?
Hay una tesis denominada “del colapso”.
Para no extenderme, apuntaré que –en resumen- quienes la abanderan consideran
que cuanto más se desarrolla una sociedad y se hace más compleja, las
diferencias sociales se agrandan y éstas necesitan seguir creciendo si quieren sobrevivir. Se trata de un proceso largo que suele
trufarse de caídas repentinas sucedidas de incorporaciones cada vez más
autárquicas, menos democráticas. Y las caídas suelen producirse por razones tanto
internas como externas.
No me resisto a incluir aquí un texto de Antonio
R. Escalera Busto: “El
crecimiento de una civilización exige sucesivas respuestas creativas por parte
de personas o comunidades que ofrezcan soluciones a los problemas que surgen.
Las civilizaciones evolucionan haciéndose cada vez más complejas en sí mismas y
diferentes del resto de sus compañeras a medida que van superando los distintos
desafíos que se le oponen durante su crecimiento. Sin embargo, la respuesta que
le otorga una civilización a un problema determinado acarrea consigo una
autosatisfacción que resulta peligrosa en sí misma. De hecho, observa Toynbee[iii],
no se da el caso de que cada desafío sucesivo sea respondido por la misma
minoría creadora que resolvió, debido a que la antigua minoría creadora sucumbe
ante su propia autosuficiencia".
¿Decae la sociedad occidental?
Sinceramente creo que sí, pero no para colapsar a corto plazo.
Es cierto que
los poderosos están metiendo la pata de forma muy ostensible y que si continúa
la presión a los estratos más desfavorecidos podría darse un giro copernicano,
pero dudo de que sean todos tan autosuficientes como dice Escalera Busto.
Alguien vendrá a ponerle parches con más o menos tino. Por lo menos hasta que
se forme la tan manida masa crítica, el público maduro al que se refería Hegel,
para darle la vuelta.
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