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jueves, 7 de mayo de 2009

¿MANO SUDADA?


Hay frases que definen, como hay actitudes que son un espejo de los flujos que circulan por las tripas de cada cual.

El sr. Urkullu, máximo dirigente del PNV, está siendo uno de los principales encargados de airear a los cuatro vientos lo mal que ha sentado en su partido la pérdida del gobierno de Euskadi a manos de la alternativa socialista cuya imagen de marca, o principal, es Patxi López.

A mí me parece que la postura, la del PNV respecto de la pérdida del gobierno de Euskadi es fundamentalmente una actitud, una postura y una respuesta pija, muy pija. No debemos sino leer o escuchar a Ortúzar, Eguibar, Arzallus o Urkullu para darnos cuenta del nivel de escozor que anida en los adentros, o en los esfínteres de quienes han ostentado el gobierno y el poder durante treinta años.

La última perla ha sido el comentario de Urkullu, desafortunado comentario, sobre que Patxi López tiende al PNV “…una mano sudada…” Bien. ¿Ese es un comentario pijo o no? A mí me lo parece. Quizá sea por el recuerdo imborrable que me quedó cuando, hace ya unos años, escuché decir a una mujer que entraba en la sala de aerobic de un conocido, y pijo gimnasio donostiarra que yo también frecuentaba aquello de “…¡uy, cómo apesta a sudor aquí, qué asco!...” Lo más llamativo de ese comentario era que ella iba a entrar a la siguiente hora de clase de aerobic. Entró a clase, claro que entró, pero queriendo dejar sentado (para ella) que su sudor era de otra clase, seguramente menos olorosa.

¿Usted no suda, sr. Urkullu? ¿Los de su clase, su alcurnia, su credo o su rh no sudan? ¿También a ud., como a la pseudopracticante de aerobic, le da asco el sudor? ¿O es solamente cierto sudor? ¿Le da asco el sudor de los maketos, o acaso el de quienes no acabaron los estudios? ¿No tiene Patxi López clase, alcurnia o distinción suficiente para que Ud le coja la mano tendida?

Ayer hubo algunas reacciones llamativas en la gente del Chelsea al ser eliminados de la Liga de Campeones por el Barcelona FC. Es curioso el paralelismo con la reacción del PNV a la pérdida del gobierno porque ocurrió en “su” campo, ante “su” afición, en “su” ciudad y, así como en Londres fue un destello genial de un jugador irrepetible el que les apeó de “su” sueño”, en Euskadi el cambio lo propició una tendencia claramente perceptible a ojos no pijos, una tendencia a la desmotivación de su electorado “natural”.

Sí, sr. Urkullu, yo también sudo. Cuando hace calor o hago ejercicio, más aún. Y no siempre me huele bien. Yo le daría a Ud. la mano aunque oliese o estuviese sudada si tuviese razones para hacerlo. No sé, ni me importa, si Ud tiene estudios superiores, masters, erasmus o similares. Yo sí, pero a mí no me importaría dársela si cupiese la posibilidad. Porque lo he hecho muchas veces cuando he competido, hubiese ganado o perdido, fuese el rival de Cuenca o de París.


La mediación requiere que las manos se encuentren y se choquen en una metáfora de entendimiento, o de aceptación, o de reconocimiento. Y para quienes trabajamos en busca de encuentros entre personas o colectivos en conflicto, que las manos estén sudadas puede decirnos dos cosas: o que el interlocutor está nervioso y tenemos que abrirle las ventanas de la tranquilidad, o que viene de trabajar, en cuyo caso hay que extenderle un paño o una toalla para que se seque y esté más cómodo mientras hablamos.

No sea Ud pijo, hombre. Estoy seguro de que muchas personas en su partido estarán rechinando los dientes ante su comentario.

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