Atención. Qué es.
1ª acepción.- Acción de atender.
Atender= aplicar voluntariamente el entendimiento a un objeto espiritual o
sensible. (RAE)
2ª
(doble) acepción.- Tradicionalmente, se ha considerado de dos maneras distintas,
aunque relacionadas:
Por una parte se entiende
la atención, a) como una cualidad de la percepción , como una referencia a la función que
la atención presta en modo filtro
para los diferentes y cada vez más acusados estímulos ambientales, siendo
su función decidir cuáles son
los más relevantes para darles prioridad. Para ello se echa mano de la concentración sobre el objetivo concreto.
Por otro lado, b), la atención es entendida como
el mecanismo que controla y regula
los procesos cognitivos; desde el aprendizaje por condicionamiento hasta el razonamiento
complejo.(Wikipedia).
Trabajar la atención o, mejor dicho, la recuperación de la atención, es una
labor siempre individual: no hay dos individuos, hombres o mujeres, que pierdan
la atención por las mismas razones. Cada cual hemos recibido, recibimos y
recibiremos estímulos que nos distraen y que no tienen por qué ser los mismos
que distraen a las personas cercanas. Siempre se ha dicho “…se distrae con el
vuelo de una mosca…”, o “…se queda mirando a las musarañas…”, como ejemplos de
la clásica distracción. Distracciones que se denominan así pero que, en
realidad, son atenciones enfocadas en
otras cosas. Las preocupaciones, por ejemplo. Las facturas emitidas que no
se cobran, las que llegan cada día, el trabajo que disminuye…porque siempre
tenemos la atención puesta en algo. Y ese algo, en tiempos de crisis económica,
suele ser estresante. La incertidumbre lo es en sí misma.
A la atención sólo se accede desde la calma mental. Y a
la calma mental sólo se accede desde la relajación. Eso significa que es fundamental
encontrase en calma a la hora de tomar decisiones.
El mundo de la empresa, permanentemente sometido a esos
estímulos externos que dificultan la atención plena de modo que el modo filtro mencionado al principio disminuye
en efectividad, necesita del continuo “reseteo personal”. El estrés se apodera
de quien ha de tomar decisiones, y la calidad de éstas se resiente al mismo
tiempo que la calidad de vida.
Parar, aprender a parar para recuperar la calma y con
ella la atención, supone tomar la decisión de hacerlo.
Relajarse es un arte. Una técnica. Y es necesario
aprenderla.
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