La crisis produce, principalmente, miedo. Según el DRAE, miedo, del latín metus, es una perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño, sea éste real o imaginario. El desempleo es siempre real, como lo es no llegar a fin de mes, como lo es –igualmente- haberse dejado llevar por los cantos de sirena del Mercado y haber recurrido a préstamos, personales, tarjetas, de consumo en general, y encontrarse, o empezar a encontrarse, con que no nos llega para pagar.
Miedo. Miedo, realmente, a la incertidumbre, a lo desconocido. Necesidad de que nos digan cuál es el camino, de que los líderes nos orienten.
Pero ya se ha acabado el manual del capitalismo, y ahora toca pensar, darle vueltas, y para ello, en mi opinión, la política ha de recurrir al conocido como brainstorming, la lluvia o tormenta de ideas. A la participación ciudadana. Pero no, nunca como el resultado de una batalla perdida sino como una expansión de la democracia.
Desde que empezaron a utilizarse los Núcleos de Intervención Participativa (N.I,P), por regla general se ha hecho para cuestiones, digamos, menores, o localistas. Bien es cierto que el Consejo de Europa propuso a principios de este milenio, que las cuestiones relativas a la sanidad pública fuesen consultadas a la ciudadanía con carácter, incluso, vinculante, pero no parece que haya cuajado la propuesta. Pues bien: para mí éste es el momento.De hecho, el pasado día 27 de Marzo, un estudio del Instituto Iris nos dice que “…La mitad de los españoles achaca la responsabilidad de la actual crisis financiera a los políticos en general y a los bancos, con un 28% y 22% respectivamente…”
La política ha de liderar ese proceso. Y entiendo que quien está destinada a hacerlo es la izquierda porque de ese lado ha venido siempre el progreso. La izquierda siempre se ha ocupado de trabajar para la gente, ese concepto tan maleable y tan manipulable por la derecha, y ahora toca, entiendo, preguntar. ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo vamos a reconocer que no tenemos normas a las que seguir, libro al que agarrarnos, sino que hemos de inventar?
Propiciemos la confianza y escuchemos a la gente. Preguntémosles.
30.03.09
1 comentario:
Estas reflecciones sobre el miedo me recordaron una transicion en una organizacion mundial de credito situada en Washington DC. Estaban empezando a pensar la radical idea que el desarrollo mundial procederia mucho mejor si les preguntabamos a los "paises en vias de desarrollo" que tipo de desarrollo ellos querian. Radical idea, por que hasta ese momento, los paises tenian que querer lo que Washington decidia!
Presenciando esa conferencia interna del Banco, donde se explicaba la idea de hacer proyectos basados en PPP (participatory project planning) pude ver las reacciones mas extraordinarias de rechazo, disgusto y casi furia de funcionarios de muchos anos...su paradigma se rompia frente a sus propios ojos! y la participacion de los paises en desarrollo (lease los habitantes indigenas) iban a tener una voz!
A pesar de la resistencia, esto tan obvio y sencillo: "dejemos que los clientes nos digan que quieren hacer, especialmente si lo van a pagar ellos al desarrollo" se impuso. Yo fui parte de unos de esos proyectos llevado a cabo en las montanas del Peru, en aymara, en condiciones muy dificiles, pero de muy satisfactorios resultados.
Ahora estamos en una encrucijada donde la voz de los de abajo, proponiendo sus propias soluciones a la crisis deberia ser norma.
Veo a mi alrededor algunas voces timidas hablando de soluciones cooperativas, pero aun el individualismo totalmente fracasado como modelo social sigue vivo a partir de las posturas personales. La gente aun cree que se pueden salvar individualmente, aun cuando estan haciendo la cola para recibir la caja semanal de comida provista por el gobierno!
Mi pregunta es: que soluciones o modelos podemos proveer desde el campo de la resolucion de conflictos, que la gente pueda adoprtar para pensar en comun? Este es el desafio que la crisis nos presenta y de su solucion vendra la implementacion de los coneptos y herramientas que nosotros valoramos.
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