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martes, 30 de octubre de 2007

MEDIADOR Y EXITOSO,


Cuando Vince Lombardi dice aquello de “winning isn’t every thing; is the only… thing” (ganar no lo es todo; es… lo único), está retratando no sólo su forma de ver la competición deportiva -que era a lo que él se refería en ese momento-, sino también y, puede que un poco de escorzo, nos muestra la imagen, en el espejo, del materialismo competitivo, del ganar-ganar.

Ganar-ganar es uno de los subproductos del paradigma individualista propiciado por Occidente, coetáneo y paralelo al desarrollo de la economía de mercado, fuerte y ferozmente competitiva cuando se tilda necesario. Que casi siempre se tilda.

Como mediador, siendo mi ratio fundamental el diálogo con fines o resolutorios o, cuando menos, transformadores, me estoy encontrando, en mi caso (España, desarrollo, capitalismo potente de pequeña y mediana empresa en Euskadi), con cierto desdén hacia eso de sentarse a hablar de lo que nos ha distanciado, de modo que tiene mucho más mercado la resolución pacífica por medio del arbitraje. Entiendo que el arbitraje trae aparejado, como sistema, que el empresario se mantiene alejado de la gestión del conflicto, pues su labor es trabajar, producir riqueza, dejando, pues, en manos subalternas y/o subcontratadas eso de bajar a la arena a luchar por lo que es propio o se tiene por tal.

Como mediador, me estoy encontrando en cierto modo desubicado, tal como si ahora no estuviese bien visto, no tuviese mercado la resolución pacífica de conflictos, como si para que uno gane el otro tenga que perder ineludiblemente. Lo que no es, obviamente, cierto. Pero dado que el dios del tener, el capitalismo es una suerte del dogma que se nutre de seguidores fanáticos, y que el fanatismo carece de líneas interpretativas, a veces se me viene encima la soledad de El Bautista o la falta de ventas de Van Gogh, mucho más tarde aclamados.

Sólo que hace muchos siglos, desde los albores de la humanidad, en cada colectividad había alguien -una o varias personas- destinadas (casi siempre elegidas) para mediar en los conflictos. Y lo hacían desde el sentido común, la magia de la escucha, la palabra y el reposo mental. Ahora, ciertamente, la escucha, la palabra y el reposo mental quizá no los veamos como magia, pero sí como raras piedras preciosas

2 comentarios:

Juan Enrique Egaña G. dijo...

Estimado, he leido tu artículo y no logro comprender la relación que haces entre el concepto ganar-ganar y la competición, entiendo el ganar-ganar precisamente como un juego cooperativo donde todos ganan, si tu quieres el "mediambiente" es el mercado, del cual también tengo serias reservas, pero precisamente porque el ganar-perder es competencia pura, y en cierta medida absurda, pues un juego de este tipo siempre arrojará un ganador a costa de muchos perdedores, es que el ganar-ganar me da certezas de colaboración, ese juego al menos a mi me gusta.

visita mi blog, estamos en la misma línea htt://conflictologos.blogspot.com

Saludos

Juan Egaña

Carlos Urrestarazu Rodrigo dijo...

La PNL y el Coaching son instrumentos con una gran carga de futuro.
Cuando nacemos estamos dotados de unos instrumentos que se nos van "olvidando" al ritmo en que nos vamos adaptando a la sociedad a través de la familia primero y el colegio después.
Me gustaría pensar contigo al respecto.
Abrazos
Karlos Urrestarazu
www.euskomediacion.blogspot.com